Seguramente hayas pasado alguna vez por ese famoso cuadro clínico de diarreas y vómitos, malestar general y debilidad, propio de las gastroenteritis. Ni que decir, si has hecho turismo por ciertos países, donde la diarrea del viajero es difícil de esquivar. Quizás más bien, hayas tenido alguna vez dolor de estómago, con sensación de ardores y reflujo. La recomendación general en estos casos por encima de cualquier otra cosa es la realización de una dieta blanda. Pero… ¿de qué tipo de dieta hablamos cuando nos referimos a una dieta blanda? Y más importante aún ¿cómo se lleva a cabo? Si nunca has tenido claro como alimentarse cuando se tienen problemas digestivos, ¡sigue leyendo el siguiente post para resolver tus dudas!
¿Qué es una dieta blanda?
La dieta blanda o dieta de protección gástrica es un tipo de dieta terapéutica. Su principal función consiste en facilitar al tracto digestivo una fácil digestión de los alimentos, para que se recupere de la alteración producida. Generalmente son dietas pautadas previamente por un profesional sanitario.
Una dieta blanda no significa que sea una dieta de fácil masticación. Como su propio nombre podría inducirnos a pensar. Sino más bien se trata de una dieta de fácil digestión.
Tipos de dieta según su consistencia
Para mayor información, las dietas podrían clasificarse de muchas maneras. Si atendemos a los tipos de consistencia y textura tendríamos:
- Absoluta: como su nombre indica, sería no ingerir nada por la boca.
- Líquida: se trataría de una dieta basada exclusivamente en alimentos de consistencia líquida, tales como agua, caldos, zumos, leche, preparados especiales líquidos.
- Semilíquida: consistiría en añadir a la anterior otras texturas como flanes y purés.
- Blanda: a lo anterior añadiríamos otros alimentos de textura fáciles de digerir. Como las patatas, arroz, pasta, pan tostado, carnes magras cocidas, pescado blanco…)
- Triturada: en este caso te pueden tomar todos los alimentos, pero previamente triturados.
- Basal: se trataría de la dieta adecuada a la enfermedad (o no) de cada individuo.
Como has podido comprobar…
La dieta blanda no tiene nada que ver con una dieta de fácil masticación, sino de fácil digestión.

Por eso mismo, ante la pregunta de cómo alimentarse cuando se tienen problemas digestivos. La respuesta será mediante una dieta de protección gástrica. Dado que esta precisamente nos proveerá de una buena digestión.
¿Cuándo estaría indicada una dieta blanda?
La dieta blanda o de protección gástrica estaría indicada en aquellas afecciones digestivas leves en las que precisamos de unos días de recuperación y reinicio de la tolerancia oral y gradual de los alimentos. Algunos casos podrían ser tras un cuadro agudo de ardores o regurgitación, como en el caso de una úlcera péptica y duodenal, así como el reflujo gastroesofágico de la hernia de hiato. Por otra parte, también sería conveniente hacer uso de ella en caso de un cuadro de gastroenteritis aguda. Sobre todo tras el típico cuadro de diarrea y vómitos, que dejaría al tracto digestivo «cansado y agotado».
El objetivo que se persigue con este tipo de dieta es la de minimizar la secreción excesiva de ácido clorhídrico del estómago. Ya que podría aumentar el daño y dolor de estas patologías. Para ello se fomenta la alimentación con comidas y formas de preparación que desencadenen una mínima estimulación digestiva. Por tanto, aunque hablemos de una dieta, nos referimos a un tipo de alimentación completa, equilibrada y variada. Si bien esta dieta no es de carácter curativo de la patología de base. Sí que permitiría un alivio considerable de los síntomas en aquellos pacientes que se preguntasen sobre cómo alimentarse cuando se tienen problemas digestivos agudos de diversa índole.
¿Qué tipos de dieta blanda existen?
Si bien ya conocemos las indicaciones de la dieta blanda. Esta puede tener matices que se adapten al problema digestivo concreto que nos afecte. Para tal fin tenemos distintos tipos de dieta blanda:
Dieta blanda astringente
La dieta blanda astringente es un tipo de dieta que se prescribe cuando predomina la diarrea, así como la gastritis o úlceras pépticas. Como por ejemplo en las gastroenteritis agudas. La palabra astringente o el verbo astringir significa apretar, estrechar o contraer tejidos orgánicos, es decir, estreñir. Precisamente lo contrario de la diarrea.
Dieta blanda no astringente
Es un tipo de dieta blanda más enfocada a minimizar el proceso de digestión gástrica así como el de evitar los vómitos.
Dieta blanda específica para enfermedades digestivas
Este tipo se adaptaría más bien a situaciones especiales tales como la realización de una colonoscopia, previo a una intervención quirúrgica, etc…
¿Cómo han de prepararse los alimentos en una dieta blanda?
Cuando nos planteamos la pregunta de cómo alimentarse cuando se tienen problemas digestivos. No solo debemos ceñirnos al tipo de alimentos. ¡Sino también al como prepararlos!
Generalmente los alimentos han de someterse a formas de cocinado o cocción suaves, tales como los hervidos, cocción al vapor, horneado, microondas o baño María. Generalmente con el uso de poco aceite, crudo a ser posible, sin condimentar excesivamente y bajos en fibra. Todo ello con objeto de favorecer una fácil digestión.
Cómo alimentarse cuando se tienen problemas digestivos. Generalidades sobre la dieta blanda.
Aunque posteriormente vamos a enumerar una serie de recomendaciones generales, respecto a que alimentos tomar y cuales no. Habría que decir que en una revisión sistemática publicada en el 2008 de 71 estudios, se concluyó que actualmente tenemos evidencia limitada como para apoyar las restricciones dietéticas en los adultos. Por lo que las dietas restrictivas y no restringidas podrían resultar igualmente efectivas para reducir la duración de la diarrea acuosa y no acuosa (kuaik-link).
El mensaje sería que no se trata de no comer o comer poco, sino de alimentarse de manera equilibrada y progresiva, en función de los síntomas que vayamos teniendo. A tal efecto, parece recomendable destacar una serie de recomendaciones útiles a la hora de llevar a cabo una dieta blanda. Entre ellas tenemos que:
- Se recomendaría comer pocas cantidades varias veces al día
- Evitar temperaturas extremas de la comida. Ni muy fría ni muy caliente. Más bien que la comida esté tibia o templada.
- Masticar bien y comer despacio. A ser posible en un ambiente relajado y tranquilo.
- Reposar un rato tras las comidas, pero sin recostarse. Evitando favorecer el reflujo del contenido gástrico.
Cierto es que este tipo de dietas a menudo podrían resultar monótonas y poco palatables o apetitosas. Pero no por ello debiéramos disminuir su ingestión e incurrir en una pobre alimentación. Ya que como hemos dicho anteriormente, tendríamos que evitar carencias y asegurar una nutrición equilibrada. Generalmente son dietas de pocos días de duración, para facilitar la recuperación de nuestro hábito digestivo. Por lo tanto, no tenemos que desesperarnos 😉
Antes de pasar a desglosar los alimentos que deberíamos consumir y cuales no. Vamos a presentar una tabla resumen con la información más relevante:

¿Qué bebidas deberíamos consumir en una dieta blanda?
Si nos encontramos ante un cuadro de vómitos y con baja tolerancia a los alimentos, sería más conveniente comenzar con la rehidratación oral y reposición de sales minerales. Dentro de las bebidas posibles para este caso podríamos recomendar tanto sueroral hiposódico® como la limonada alcalina de preparación casera.
El fundamento de este tipo de preparados se debe a que se ha observado que en muchas enfermedades diarreicas. La absorción intestinal de la glucosa a través del contransportador sodio-glucosa, permanece intacto. Por eso en diarreas causadas por microorganismos que dependan de procesos secretores del intestino delgado. El intestino conserva la capacidad de absorber agua si hay presencia de glucosa y sal. De esta manera se puede realizar el transporte de agua desde la luz intestinal hacia el interior del organismo.
Sobre todo estaría indicado comenzar por una buena rehidratación, en caso de pérdida de apetito o presencia de náuseas o vómitos.
Sueroral hiposódico® o limonada alcalina
La preparación de sueroral hiposódico® se puede adquirir en la farmacia sin necesidad de prescripcion médica. La forma de usarlo consistiría en disolver el contenido de un sobre en un litro de agua, para consumir en las primeras 24 horas de su preparación.
Según la edad del paciente tendríamos diferentes cantidades de administración. En lactantes (niños menores de un año), se le administraría una dosis equivalente a su volumen usual de alimento. Ofreciéndolo en pequeñas cantidades y lentamente. En el caso de los niños a partir de un año, se recomendaría tomar unos 200 ml de dicho preparado por cada deposición diarreica, a razón de 25-30 ml cada 10-15 minutos. Para los adultos y ancianos la cantidad sería de unos 200 a 400 ml por cada deposición diarreica. No existen dosis máximas diarias recomendadas por lo que la cantidad a tomar puede ser la que requiera cada persona hasta calmar la sed.
Se recomendaría continuar la toma del mismo mientras durase la diarrea.
Respecto a la limonada alcalina, se trata de un método casero. Este consistiría en preparar en casa una limonada terapéutica. Para ello herviríamos un litro de agua y le añadiríamos el zumo de 2 ó 3 limones, media cucharilla de bicarbonato, media cucharilla de sal y 2 ó 3 cucharadas de azúcar.
Otras bebidas
Una vez que comencemos a tener cierta tolerancia oral a los alimentos, sería recomendable como bebidas habituales el agua, así como caldos e infusiones. Dentro de las infusiones tenemos por ejemplo, la manzanilla, el hinojo, la melisa, la tila o la hierbaluisa. Por otro lado, podría ser una opción la leche, sólo si se tiene deseo de ello, puesto que esta no sería necesaria. Debiendo ser desnatada a ser posible.
Una vez que la tolerancia oral comienza a restablecerse, llega el momento de iniciar la alimentación sólida. Los alimentos permitidos en este caso serían los pertenecientes a una dieta blanda astringente. Es decir, alimentos destinados a neutralizar la diarrea, tratando de constreñir o estreñir.
¿Qué alimentos deberíamos consumir en una dieta blanda?
Hidratos de carbono
Dentro de los hidratos de carbono, serían recomendables aquellos de absorción lenta. Entre ellos tenemos los cereales y las patatas. Los cereales han de tomarse en su forma refinada. Esto es, sin la fibra que conservan su forma integral. Esto se debe a que la fibra dietética es capaz de absorber mayor cantidad de agua, lo que fluidificaría excesivamente las heces. Facilitando así las deposiciones líquidas o diarréicas. Por tanto se evitarán los cereales integrales y la bollería, así como el arroz guisado.
Los cereales refinados podríamos tomarlos en forma pasta. Toma de pan blanco, y si tostado o seco (biscotes) mejor aún. Arroz blanco cocido. Respecto a las patatas, han de tomarse hervidas o cocidas, al vapor o en puré.
Carnes y pescados
Dentro de las carnes habría que favorecer las carnes blancas con bajo contenido en grasa, como el pollo o el pavo. Todas ellas mediante preparación ligera como el horneado, microondas, plancha o hervido.
Respecto a los pescados, se tratará de potenciar la ingesta de pescado blanco (más magros) como el bacalao, besugo, merluza, rape, lenguado, entre otros. A ser posible, cocido o a la plancha. Así mismo se evitarán los pescados azules (más grasos) como el boquerón, atún, caballa, jurel, salmón y sardinas, entre otros.
Huevos

Grasas
Generalmente las grasas son nutrientes básicos que presentan cierta dificultad para la digestión. Por tanto, si bien habría que evitarlas en el contexto que estamos tratando. Podríamos tomar pequeñas cantidades de estas, favoreciendo a ser posible la ingesta de aguacate o bien aceite de oliva.
Frutas y verduras
Dentro de las frutas trataremos de evitar la fruta cruda. En cambio favorecer la ingesta de fruta cocida, asada o en forma de compota. Una excepción podría ser la toma de frutas no ácidas maduras o el plátano si este es maduro. En el caso del plátano, su alto contenido en potasio, podría mejorar la reducción de acidez gástrica. Así mismo, podría contribuir a la reposición de potasio perdido por la diarrea. Otro tipo de fruta recomendable sería la manzana asada o el membrillo. Incluso la manzana oxidada con unas gotas de limón, ya sea rallada o pelada y partida en trozos dejando al aire un rato para que se oxide. Ello favorece la aparición de taninos, unas sustancias con ciertas propiedades astringentes (kuaik-link).

Respecto a las verduras, habrán de tomarse cocidas o en puré, así como en forma de caldo. Algunos ejemplos serían: zanahoria, calabaza, calabacines, berenjenas, etc… A ser posible cocidos y sin piel. Sin embargo hemos de evitar los vegetales crudos y aquellas que son crucíferas, como el brócoli, col, coles de Bruselas, coliflor, entre otras. También se evitará el tomate ya que aportaría mayor acidez al estómago.
Legumbres
En cuanto a las legumbres han de tomarse en pequeñas cantidades y sin la piel. Ya que esta dificulta la digestión con aparición de flatulencias y molestias digestivas. Podríamos tomar en este caso, lentejas, judías o garbanzos, pero SIN piel. Para tal fin, sería conveniente dejarlas en remojo el día anterior.
Lácteos
¿Y si soy vegetariano o vegano?
En el caso de ser vegetariano o vegano, habría que basar la fuente de proteínas sobre todo mediante la toma de legumbres en forma de purés, y como dijimos antes ¡sin piel! Por otra parte, podría estar bien el consumo de tofu blanco (derivado de la soja) o el seitán (kuaik-link). Respecto a las bebidas, podríamos consumir leches vegetales, tales como la leche de arroz, de almendra o de avena.
Como ves, siempre hay alternativas saludables y equilibradas en cuanto a cómo alimentarse cuando se tienen problemas digestivos. Mediante la realización correcta de una dieta blanda.
¿Qué alimentos deberíamos evitar en una dieta blanda?
A nivel conceptual, con objeto de favorecer una buena protección gástrica, habría que evitar aquellos alimentos grasos, ácidos y ricos en fibra. Así como evitar cocinados de peor calidad como la fritura entre ellos.
De manera un tanto más particular, y resumiendo algunos alimentos ya mencionados. Podríamos destacar como alimentos a evitar los siguientes:
- No tomar leche ni derivados. Tan sólo se podría tolerar el yogur natural y quesos frescos.
- Alimentos de difícil digestión como frutos secos, fritos, vinagre, bollería industrial o casera, chocolate, alimentos azucarados, precocinados y ultraprocesados.
- Alimentos y salsas picantes, que suelen estar preparadas con condimentos poco digestivos o aceites diversos. Favoreciendo a su vez la secreción gástrica.
- Cereales integrales, que favorecería unas heces de consistencia blanda y diarreica.
- Vegetales crudos, como los crucíferos (brócoli, coliflor, col, coles de Bruselas…) o vegetales de hoja verde (espinacas, lechuga, acelgas).
- Alimentos que favorezcan la aparición de flatulencias, tales como las legumbres. Salvo que se les quite la piel.
- Alimentos con contenido ácido como el tomate, las frutas o zumos de cítricos (naranja, limón, piña, kiwi…). Salvo en el caso de una rehidratación mediante limonada alcalina, si precisara.
- Bebidas estimulantes como el café, el té, bebidas gaseosas, alcohol. Muchas de estas sustancias aceleran el tránsito intestinal, lo cual sería perjudicial en estas situaciones.
- Ni que decir tiene, que habría que eliminar el hábito tabáquico, por considerarse nocivo en el contexto de este tipo de problemas digestivos.
¿Sirve la toma de probióticos?
Respecto a la cuestión sobre cómo alimentarse cuando se tienen problemas digestivos y la toma de probióticos, merecería la pena definirlos en primer lugar. A tal efecto, los probióticos son alimentos o suplementos que contienen bacterias vivas que contribuyen al equilibrio de la flora o microbiota intestinal. Algunos alimentos como el kéfir o el chucrut, tiene efecto probiotico. Además, favorecen la interacción con el sistema inmunitario asociado al intestino o mediante un efecto directo sobre otros microorganismos (kuaik-link). Múltiples revisiones sistemáticas han demostrado una reducción moderada en la duración de la diarrea infecciosa con el uso de probióticos, aunque hubo heterogeneidad entre los estudios.
Finalmente, si tuviéramos que resumir lo explicado en este artículo. Sin duda alguna haría uso de la magnífica infografía realizada por los nutricionistas Lucía Martinez (kuaik-link) y Aitor Sanchez (kuaik-link):
¡Y nada más por hoy! Espero que toda esta información te haya sido de utilidad. Y sepas qué debes comer cuando te encuentres con este tipo de problemas digestivos. ¡Nos vemos pronto! 😉
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Post muy interesante , fácil de entender para el gran público y de aplicación práctica muy sencilla . Artículo de consulta para situaciones de necesidad . Considero imprescindible la interacción del avance médico con la información de las líneas de alimentación adecuadas a cada situación clínica .