Nadie va a descubrir a estas alturas las consecuencias del tabaquismo en la población en general. Así como que fumar es un mal hábito para la salud. Ya no solo como predisponente de múltiples enfermedades respiratorias, sino también a muchas de origen cardiovascular, entre otras. Es por ello que en el post de hoy presentamos un diálogo ficticio, ¡pero con mucho de realidad! En él se representan diversas falsas creencias y argumentos que en algunos casos obstaculizan a los fumadores, para dar el gran paso: ¡Dejar de fumar! En este post te sentirás más identificado con uno de los dos personajes. Tanto si quieres dejar de fumar, como si quieres ayudar a que alguien lo deje, merece la pena que lo leas. ¡Así que no perdamos más tiempo y comencemos!
– DOCTOR KUAIK: Manuel, no quiero incomodarte ni mucho menos. Pero aunque suene a algo muy repetido y trillado. Creo que te encuentras en el punto óptimo para que valores dejar de fumar. De momento, no tienes ningún factor de riesgo cardiovascular salvo este. Tampoco presentas ningún otro problema de salud que sepamos. Eres una persona joven de unos 45 años, con mucho por hacer en tu trabajo de comercial. Padre de dos hijos pequeños de 4 y 9 años a los que cuidas excelentemente, junto a tu maravillosa mujer. ¿Qué piensas al respecto?
– MANUEL: Lo primero que pienso es que, ¿cómo voy a dejar de fumar si el tabaco es el único vicio que tengo? A mí realmente me gusta fumar y es lo único que me produce placer.
– Efectivamente, si bien los buenos hábitos se consideran virtudes. Los malos hábitos podemos identificarlos como vicios. Me alegra que al menos reconozcas que fumar podría ser uno de ellos. Pero dicho esto… ¿a caso es necesario tener vicios? Si estos son inevitables o cuesta abandonarlos, entiendo que se mantengan un tiempo. Pero tener por tener un vicio, no me parece razón suficiente para justificarlo.
Una vez aclarado esto, vamos a ir un poco más allá. Fumar no es tan solo un vicio… Más que una elección, el tabaquismo se considera un trastorno adictivo crónico. Y como tal, debe ser tratado y curado, para evitar que este a su vez provoque mayores problemas como veremos más adelante. Creo que es importante otorgarle la etiqueta que merece y no banalizar la cuestión.
Por otra parte, no me creo que fumar sea tu único placer. Porque si es así, entonces me estarías dando la razón de que tienes un problema de adicción. La vida está llena de numerosos placeres. Hay quien disfruta leyendo, mientras que otros ven películas de cine. Hay quienes disfrutan de un día de camping con la familia, o quienes sienten placer en cuidar a otros. Los hay quienes disfrutan de una buena sesión de ejercicio, o quienes practican cualquier tipo de hobby. En serio, ¿has pensado bien eso de que es tu único placer?

– Bueno ya me entiendes… Era una forma de hablar, doctor. Realmente lo que sí observo es que fumar me relaja…
– Siendo honestos, fumar no es que relaje en sí mismo. Lo que hace es calmar el nerviosismo que crea la dependencia a la nicotina. A través de esta deducción, llegarías al mismo estado de «relajación» siendo ex-fumador. Que siendo fumador y necesitando fumar para neutralizar la dependencia creada por la nicotina. De hecho, realmente la nicotina es un estimulante, no un relajante. Por lo que pasadas unas semanas sin fumar, comprobarás que te sentirás menos nervioso y tendrás un mayor autocontrol.
– Puede ser… Lo que sí que hace es darme la concentración necesaria que requiero en mi trabajo. En eso no me puedo arriesgar.
– ¡No te dejes engañar! ¿Piensas que el tabaco tiene el poder real de relajarte y al mismo tiempo otorgarte la concentración que precisas? La cuestión de la concentración tiene un comportamiento similar al efecto «relajante» del tabaco. Realmente la falta de concentración es un síntoma del síndrome de abstinencia. Por lo que cuando fumas, lo que haces no es aumentar tu concentración, sino neutralizar la falta de esta, a causa de dicho síndrome. En caso de dejar de fumar, esa falta de concentración durará pocos días. Así que pasados estos, tus funciones corporales y cerebrales resultarán más eficientes. ¡Piénsalo! 😉
– He escuchado en muchas ocasiones que dejar de fumar engorda. Y la verdad que no me haría mucha gracia…
– No deberías preocuparte por eso. El ya mencionado síndrome de abstinencia puede abrirte el apetito y consecuentemente ganar algo de peso. Pero esto no siempre es así. Además, sería un buen momento para adquirir otros hábitos de vida saludables como el de una alimentación equilibrada y la práctica de ejercicio regular. ¡Así que no hay excusas!

– Otra cosa que temo, es que como deje de fumar voy a estar de mal humor en muchos momentos…
– Al igual que otros síntomas que ya hemos mencionado. El mal humor es debido al síndrome de abstinencia, que como bien sabes será tan solo temporal. Una vez que lo superes, podrás disfrutar con tu familia de una vida más sana, un ambiente más limpio y un padre más contento. ¡Si es que las consecuencias del tabaquismo afectan hasta al ánimo!
– Y ya que mencionas tanto al síndrome de abstinencia como una de las consecuencias del tabaquismo. Realmente ¿qué es y en qué consiste dicho síndrome?
– El síndrome de abstinencia, reúne una serie de signos o síntomas que les suceden a la mayoría de las personas que intentan dejar de fumar. Y son la principal causa de recaída. Debemos anticiparnos a ellos y saber que pueden aparecer. No son signos de debilidad o de que no se puede dejar el tabaco. Tan sólo es la reacción normal del organismo que ha estado “mal acostumbrado” a una serie de sustancias nocivas que extraña, aunque sean nocivas para él. Estos efectos son desagradables pero pasajeros y serán menos intensos, en algunos casos, si se está en tratamiento con parches, chicles u otros fármacos para ayudar a dejar de fumar. Siempre y cuando se haya valorado previamente con tu médico.
En todo caso, merece la pena soportar estos síntomas, comparado con las ventajas que obtendremos al lograr dejar de fumar. Si alguno de los siguientes síntomas se vuelve tan molesto como para poner en peligro el éxito de la deshabituación tabáquica: ¡Consulta a tu médico!

No olvides que si pasar por esos signos o síntomas fuera malo o peligroso, tu médico ni nadie te diría que dejases de fumar. Pero como no siempre se padecen, y de suceder, pronto te liberarás de ellos. Merece la pena dar ese gran salto, que harás sin estar sólo. Y liberarte por fin de las consecuencias del tabaquismo.
– De todas formas, quisiera aclarar que yo fumo tabaco de liar, que es menos dañino…
– Ese es el argumento que muchos fumadores tienen para no dejar de fumar. Pasan del tabaco a la picadura de liar, creyendo que éste es menos lesivo. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Incluso podría ser más dañino este último. Esto es debido al monóxido de carbono y la dependencia de la nicotina, que no presenta diferencias significativas entre uno y otro tipo de fumador (kuaik-link).

– ¿Y si me pasara entonces a los cigarrillos light? Hay gente que asegura que les hace menos daño…
– Los cigarrillos light tienen reducidos sus niveles de nicotina y alquitrán. Sin embargo, contienen el resto de sustancias tóxicas que cualquier tipo de cigarrillo. Si dudas al respecto, aprovecho para darte un nuevo consejo. ¡Desconfía de los productos light en general! Y más aún si a tabaco se refiere… Aquí no estamos hablando de hacernos más o menos daño (fumar poco o distinto), sino de no hacernos ninguno (dejar de fumar). Fumar mucho o poco no altera la aparición de las consecuencias del tabaquismo, tan sólo modifica su intensidad y tiempo de aparición.
– Entonces, ¿no hay ninguna dosis, cantidad o tipo de tabaco que sea menos perjudicial?
– Debes saber que el riesgo de enfermar asociado al tabaquismo muestra una relación dosis-respuesta. Cuanto más tiempo se fume peor. Y mientras que fumar cigarrillos es lo más habitual, todos los tipos de tabaco son perjudiciales, incluidos los cigarrillos con bajo contenido en alquitrán (tipo light), los cigarrillos con filtro, los puros y las pipas. Fumar es perjudicial independientemente de cómo se haga, incluso mediante pipa de agua. Y si bien, el humo del tabaco es más prejudicial cuando se inhala, los fumadores que dicen que no inhalan el humo (como los fumadores en pipa) también tienen un riesgo de enfermedad cardiovascular aumentado (kuaik-link).
– No quiero molestarte doctor. Pero a raíz de esta conversación, aunque conozcas las diferentes consecuencias del tabaquismo. Sinceramente pienso que si fueras fumador entenderías mejor lo difícil que es quitarse…
– Que trate de proporcionarte información diversa sobre las consecuencias del tabaquismo, no significa que piense que es fácil. Por otra parte, no desconfíes de alguien por el simple hecho de que no haya pasado por lo mismo que tú. Sólo hazlo si hay razones de peso para ello. Te puedo decir al respecto, que sería inviable que un mismo profesional sanitario haya pasado por todos y cada uno de los problemas de salud que puedan darse. Espero que un cirujano cualquiera, no haya sido intervenido de todas y cada una de las técnicas quirúrgicas que él mismo realiza. Ni que un médico digestivo, haya padecido todo el abanico de enfermedades que alberga su especialidad.

Haber sufrido en sus propias carnes un determinado problema puede favorecer la empatía por personas en condiciones similares. Pero fuera de eso, los profesionales sanitarios están formados para ofrecer ayuda de todo tipo, en relación con la salud. Y sean más afines o menos a las diferentes problemáticas, en general saben prestar la ayuda que se requiere. Quizás yo nunca haya fumado, al menos activamente. Ni padezca las consecuencias del tabaquismo en mis propias carnes… Pero el impulso que despierta mi interés por ayudarte a dejar de fumar, puede que sea movido por razones de peso mayores que incluso las de haber sido un hipotético exfumador. ¡Piénsalo!
– Bueno, puede ser… Pero una cosa te digo doctor. Yo soy de los que podría dejar de fumar cuando quisiera. Así que puedes estar tranquilo en eso porque tengo mucho autocontrol.
– Te contradices en tus argumentos, lo cual me hace creer menos en ellos. Hace un momento no te sentías comprendido en cuanto a la dificultad que ello supone. Y ahora me dices que tienes la capacidad de dejar de fumar cuando tú quieras. Pues permíteme decirte que sigo pensando que dejar de fumar es difícil. La nicotina que contiene es una droga que crea dependencia física. Siendo mayor cuanto más se haya fumado. Ello hace que no siempre sea una cuestión de fuerza de voluntad y que por tanto sí que puedes precisar de ayuda para poder afrontar los obstáculos del camino. Las consecuencias del tabaquismo no son tan fáciles de neutralizar. Así que no rechaces cualquier tipo de ayuda que se te ofrezca y no optes por posponer la decisión para probablemente nunca llegar a ejecutarla…
– Hay algo que me molesta y a veces me aleja de la idea de dejarlo. Esto es, que la mayoría de los no fumadores son unos intolerantes con los fumadores. ¡Eso me cabrea y más ganas me dan se seguir fumando!
– Ante tal afirmación, sería bueno considerar la siguiente reflexión. La libertad de una persona termina cuando comienza la del otro. Respecto al humo del tabaco, no sería tolerable que nadie te prejuzgara ni invadiera tu espacio, por el simple hecho de fumar. Ni menos aún que te faltara al respecto por ello. Pero del mismo modo, hay gente a la que el humo del tabaco le molesta o le perjudica directamente en caso de padecer alguna enfermedad respiratoria. Incluso la ropa llega a quedarse con el olor días después. Como ves, las consecuencias del tabaquismo trascienden más allá de la propia salud.
El humo se esparce en el ambiente y es difícil de controlar, incluso dirigiendo el cigarro hacia otro lado. Por eso, ante la duda, lo mejor es asegurarte de que tu humo no invada el espacio del resto de personas. Ya que no todo el mundo te lo va a decir. Adelántate a esa situación y considera solo verdaderamente intolerantes, a quienes se escudan en el tabaco para invadir tu espacio, que también te pertenece. Está bien luchar contra las consecuencias del tabaquismo, pero no a costa de personalizar contra nadie en particular. Esa es la diferencia entre intolerantes y conciliadores…
– Cuando comencé a fumar de adolescente, era una época en la que fumar te hacía más mayor. Incluso actualmente pienso que te puede hacer más atractivo. Ello hace que olvide fácilmente las consecuencias del tabaquismo…
– Sin embargo no pienso que esa sea la impresión que transmites a los demás. Mucha gente cree que fumar no le hace a uno más interesante. Se respira mal, tu aliento huele a tabaco, tus dientes se oscurecen y los dedos se vuelven más amarillos. Tu ropa huele a humo y la piel se arruga más con el tiempo. ¿Realmente todo eso hace más atractiva a una persona?
– Doctor, ¿y no crees que es peor respirar la contaminación ambiental de la ciudad, más que el propio humo del tabaco?
– No puedo estar de acuerdo. La contaminación ambiental es un problema muy grave que probablemente esté relacionado con muchos problemas de salud actuales. Pero objetivamente el humo del tabaco tiene una concentración de productos tóxicos 400 veces superior al permitido internacionalmente a nivel medioambiental. Por otro lado, la mejora del aire contaminado que respiramos depende de muchos factores externos. Mientras que la erradicación del humo del cigarrillo que inhalas, tan sólo depende de ti.

– No lo había pensado la verdad… Pero por ejemplo, una cosa que me ocurre es que lo tengo muy asociado al momento del café, cuando estoy sólo o cuándo salgo fuera con amigos. Para mí esos momentos son intocables.
– Todos los actos repetidos en el tiempo se convierten en hábitos. Como bien dices, lo echas más en falta especialmente en el momento del café o en el momento de salir fuera con compañeros. Ello se debe a que el tabaco no solo es una droga que genera dependencia física. También da lugar a una dependencia psíquica, debido a diversas conductas aprendidas y dependencia social a la que está asociado. Pero si lo analizas, todo ello también se debe porque ese momento en sí te produce mayor satisfacción, que otros. No solo por fumar, sino porque el contexto que le rodea a ese momento es agradable por más factores externos.
– Entonces… ¿dónde está el error?
– El error está en atribuir dicho bienestar fundamentalmente al cigarrillo. Sería recomendable, vivir cada momento de una manera más consciente. Disfrutar con la conversación que estás teniendo en ese momento. Saborear el café que te estás tomando, mientras vives ese momento plenamente. Si descentralizas tu bienestar hacia otros aspectos que rodean a estas escenas de mayor bienestar. Todo ello, te hará darle al tabaco un papel más secundario. Y es ahí, cuando te será más fácil prescindir de él 😉
– Muchas gracias doctor. Me temo que he de irme. Hoy he prometido a mi familia que estaría pronto en casa. ¡Les tengo una sorpresa preparada!
– ¡Genial Manuel! Espero que el tiempo que hemos empleado te haya servido de algo. Y que al menos tengas más conciencia de las consecuencias del tabaquismo. Si quieres podemos vernos en otra ocasión y seguimos tratando este tema.
– ¡Con mucho gusto! Si quieres la semana que viene.
– Estupendo. ¡Nos vemos hasta entonces!
Si te has quedado con ganas de más, ¡continua leyendo la segunda parte del diálogo! Donde el doctor Kuaik y Manuel, hablan sobre otras consecuencias y falsas creencias del tabaquismo.
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Enhorabuena Kike , me parece ingeniosa la forma en que tratas de penetrar en la coraza , que a veces forjamos , con objeto de no abordar algunas de nuestras inconfesables debilidades . Muestras con esta actitud , que tus pacientes te preocupan y no conformándote con el tiempo de consulta , decides implicarte mas y para ello dedicas tu tiempo a facilitar de forma digerida , aquellas modificaciones que son necesarias para aplazar y en algunos casos evitar consecuencias que mas tarde resultarían inabordables . Felicidades .
Me alegra que el formato en forma de diálogos esté gustando a quien lo lee. La semana que viene, continuará dicho diálogo en el que aún quedan muchas dudas que resolver y contestar! Muchas gracias por el comentario!